Cómo una plataforma madrileña se ha convertido en el detector de mentiras del mundo financiero verde
En un mundo donde la sostenibilidad ha pasado de ser una tendencia a una necesidad urgente, Clarity AI (clarity.ai) se ha posicionado como una revolución silenciosa en el panorama financiero global. Esta startup española, nacida en Madrid, está transformando la manera en que las grandes fortunas y fondos de inversión toman decisiones, aportando algo que hasta ahora brillaba por su ausencia: transparencia total sobre el impacto ambiental y social de cada euro invertido.
La gran idea: datos para desenmascarar el greenwashing
¿Te has preguntado alguna vez si ese fondo de inversión «sostenible» realmente lo es? ¿O si tu banco está financiando empresas contaminantes mientras presume de ser verde? Ahí es donde Clarity AI entra en juego con una propuesta disruptiva: utilizar inteligencia artificial y big data para analizar de verdad —con datos, no con marketing— el impacto real de las inversiones.
La plataforma desarrollada por este unicornio español procesa millones de datos para ofrecer algo aparentemente sencillo pero revolucionario: transparencia real sobre las inversiones. Y lo hace en un momento crucial, cuando la nueva normativa europea exige a las empresas ser mucho más claras sobre sus actividades sostenibles.
El problema que nadie quería ver
Durante décadas, el mundo financiero ha operado en una opacidad conveniente respecto al impacto real de las inversiones. Los bancos y fondos de inversión etiquetaban productos como «sostenibles» o «responsables» basándose en criterios poco transparentes, y los inversores no tenían forma de verificar estas afirmaciones.
Rebeca Minguela, fundadora y CEO de Clarity AI, identificó este problema mientras trabajaba en el sector financiero: «Era evidente que faltaban herramientas para evaluar objetivamente el impacto social y medioambiental de las inversiones. Los datos existían, pero estaban dispersos y eran difíciles de interpretar».
La solución de Clarity AI rompe este círculo vicioso con una plataforma SaaS que automatiza el análisis de sostenibilidad utilizando algoritmos avanzados. Esto permite a gestoras, bancos y empresas tomar decisiones basadas en datos verificables, no en impresiones o marketing.
Cerebros brillantes detrás de la revolución verde
El éxito de Clarity AI no es casualidad. Rebeca Minguela, su fundadora, combina una formación técnica impresionante (ingeniera industrial por la UPM, MBA en Harvard) con experiencia en gigantes como Santander, Boston Consulting Group y Blink, startup que vendió a Groupon.
Pero lo que realmente marca la diferencia es el equipo multidisciplinar que ha reunido: más de 200 expertos en ciencia de datos, sostenibilidad, finanzas y tecnología que trabajan desde oficinas en Madrid, Londres y Nueva York. Este enfoque híbrido les permite hablar con fluidez tanto el lenguaje de los algoritmos como el de los inversores.
Un modelo de negocio que casa rentabilidad con propósito
La genialidad del modelo de Clarity AI está en su escalabilidad. Su plataforma SaaS opera con diferentes niveles de suscripción, lo que permite tanto a pequeñas gestoras como a gigantes financieros acceder a sus servicios pagando según sus necesidades.
Los ingresos provienen principalmente de tres fuentes:
- Suscripciones a la plataforma para análisis de carteras
- Integración de sus APIs en plataformas de inversión existentes
- Servicios de consultoría personalizados para grandes instituciones
Esta estrategia les ha permitido construir un negocio sostenible en sí mismo, con ingresos recurrentes que financian la constante mejora de sus algoritmos y la expansión de su base de datos global.
La ventaja competitiva: tecnología española en la pole position
En un mercado donde gigantes como Sustainalytics (propiedad de Morningstar) y MSCI ESG Direct dominan el análisis ESG tradicional, Clarity AI ha logrado destacar gracias a tres ventajas competitivas claras:
Enfoque tech-first vs. análisis manual
Mientras los competidores tradicionales dependen en gran medida de analistas humanos que actualizan datos trimestralmente, Clarity AI ha automatizado este proceso mediante IA, permitiendo actualizaciones constantes y análisis más granulares.
Integración sencilla vs. sistemas cerrados
La arquitectura API-first de Clarity AI permite que sus datos se integren fácilmente en los sistemas existentes de sus clientes. Esto contrasta con las soluciones más rígidas de competidores que requieren cambios importantes en los flujos de trabajo.
Métricas personalizables vs. frameworks estándar
Cada cliente tiene diferentes prioridades en sostenibilidad. Clarity AI permite personalizar qué factores ESG tienen más peso según las políticas de inversión específicas, mientras que los competidores ofrecen frameworks más rígidos.
Un crecimiento que habla por sí solo
Los números de Clarity AI impresionan: más de $135 millones captados en financiación (con BlackRock entre sus inversores), presencia en más de 70 países, y una plataforma que analiza más de 50.000 empresas, 300.000 fondos y millones de datos diariamente.
Pero quizás el indicador más relevante de su éxito es la lista de clientes que han confiado en su tecnología: desde Santander Asset Management hasta BlackRock, pasando por Manulife Investment Management. Cuando los gigantes financieros globales adoptan una tecnología española, algo extraordinario está ocurriendo.
Mirando al futuro: el siguiente capítulo
Clarity AI no se conforma con revolucionar las inversiones institucionales. Su siguiente frontera es democratizar el acceso a esta información para inversores particulares, permitiendo que cualquier persona pueda conocer el impacto real de sus inversiones.
En un momento en que Europa lidera la regulación sobre finanzas sostenibles con el reglamento SFDR, esta startup madrileña se ha posicionado perfectamente para convertirse en el estándar de facto para medir lo que antes parecía imposible: el verdadero impacto de cada euro en el mundo real. Y lo mejor es que lo está haciendo desde España, demostrando que la innovación financiera también habla español.